Kalitro - El típico prota bobo que tarda en declararse y darse cuenta de que le gusta a la chica está bien, hasta cierto punto. Permite que haya un poco de chicha y da lugar a algo de enredo.

Pero en sus justas dosis. Un prota absolutamente imbécil que tarda 20 tomos en percatarse de que la chica que se pone celosa si mira a otra, y que cada dos por tres están a punto de besarse (para ser interrumpidos por una adorable mascota), tiene interés en él, es desesperante.

John_Wheel - Ah, los chavales con padres ineptos que nunca cuidan de ellos, ¿qué sería de los shojos sin ellos? Una excusa nueva para que tengan picadero no estaría de más. Aunque en este caso no parece ni que sepa lo que significa esa palabra.

Willy_Galleta - Las historias de amor casi siempre son difíciles. Si no, poco hay que contar. Aunque hay excepciones. Pero alargar demasiado una historia puede ser muy tedioso y acelerarla demasiado puede ser aburrido por corto. Hay que encontrar el punto justo y saber encontrar el momento en el que los lectores apreciarán más el comienzo de la relación. O el final. O los puntos intermedios que hacen que sigas leyendo para ver qué le va a pasar al prota. La cuestión es mantener el interés, no obligar a los lectores a leer algo que ya no tiene gracia. Cuando empiece a ser aburrido, ¡cambios!

Fadri - Las historias románticas tienen que avanzar.
Hay muchas que se encuentran congeladas en un eterno statu quo , como por ejemplo Ranma 1/2, pero ahí al menos estaban todo el día dándose de hostias y no importaba mucho que el romance no avanzara.
Si la misma situación se mantiene durante cientos de capítulos, mucha gente se aburrirá y se irá a leer otra cosa.