Fadri - Si bien no es necesario que no se sepa la identidad del asesino (por ejemplo, en Colombo siempre se sabía), al menos quedaría el misterio de averiguar cómo el asesino había cometido el crímen (¡pero oye, que en Colombo siempre se sabía también!).
Si sabemos ambas cosas, ya sólo queda la intriga de saber cómo los policías van a descubrir al criminal (que es justo lo que pasa en Colombo). Pero dado lo cutre de este cómic, no le veo futuro a que el guionista logre que eso tenga intriga alguna (que no pasaba en Colombo).

Kalitro - Porque todo el mundo sabe que cometer un crimen te devuelve el prestigio como detective. Creo que ya lo hemos dicho muchas veces, pero en este tipo de historias es especialmente importante un móvil. No, un teléfono no, una motivación. Vale que se descubra el asesino, y cómo lo hizo y cómo la policía llega a saberlo. Pero cuando sepan por qué lo hizo, podemos quedarnos con cara de tontos. Porque es una tontería.

John_Wheel - La cosa es que en esta tira hay misterios en los que indagar con los que se habría podido tirar hacia delante la cosa, como por ejemplo la explicación de las dudosas y en apariencia poco lógicas motivaciones del detective para convertirse en asesino. Pero visto lo visto dudo que la explicación hubiese sido lógica e interesante. También prefiero que no explique los planos del mueble trampa ese, que también habrían sido para darles de comer aparte.

Willy_Galleta - Además, la locura no es algo tan sencillo como lo pintan muchos autores. Una persona que se vuelve loca, salvo contadas excepciones, siguen una lógica interna. No reaccionan al azar ante lo que les sucede, sino de una forma que carece de sentido para la mayoría de la gente, pero en su cabeza tiene lógica. Y normalmente no es una lógica errónea. Es una lógica carente de moral o de conocimiento. Una persona que carece de moral puede cometer actos que nos parecen horribles, pero siguiendo una lógica coherente. Un persona que desconoce algún dato importante puede cometer actos horribles en base a una premisa falsa, pero siguiendo un proceso lógico completamente coherente. La excusa de que "lo mató porque estaba loco" rara vez es válida en un juzgado sin una explicación firme detrás de por qué estaba loco. El azar rara vez juega un papel importante en la toma de decisiones de ninguna persona, cuerda o no. La cuerda de piano, en cambio, no decide nada y actúa sólo en función de la física. Por eso la cuerda no podría ser el culpable, aunque viendo cómo se desarrolla esto, probablemente lo sea al final.