Kalitro - A veces puede ocurrirte algo muy emocionante, pero que por circunstancias no quieras meter en tu cómic. Igual es algo comprometido, igual atañe a terceras personas, igual puede desvelar tu coartada frente a un peligroso cartel de terroristas internacionales. Es tu cómic y hay muchos motivos válidos.

En todo caso, si empiezas a retirar voluntariamente algunos elementos de tu vida de tu obra, quizás sea difícil dejar claro dónde está el límite, así que plantéate bien antes de comenzar hasta dónde estás dispuesto a contar. Ya hemos comentado acerca del compromiso que supone hacer un cómic autobiográfico. Siempre tienes otras opciones, como trasladarlo a otra historia menos personal.

John_Wheel - Contar dónde vives, dónde trabajas, si dejas la casa vacía, el número de tu tarjeta de crédito o del DNI son cosillas que deberías dejar de lado de la ventana de Internet. O pueden ocurrir cosas chungas como, por ejemplo, que te asalte un grupo de soldados griegos y sólo tengas a mano el menaje para defenderte.

Por otro lado es posible que Autor de Webcómic sólo se esté tirando el moco. Que sabemos que está gordito y aquí se dibuja sospechosamente delgado.

Willy_Galleta - Cuando haces costumbrismo, por lo general lo que intentas es transmitir un mensaje real. Contar algo que te ha pasado y explicar una pieza de filosofía que ha surgido de esa experiencia. Si empiezas a meter cosas de otros géneros como acción, misterio y demás, el lector no tendrá claro dónde está la frontera de lo real si no lo dejas muy, muy claro, y el mensaje filosófico corre el riesgo de diluirse en un río de sangre tras la batalla.
Se puede hacer acción y transmitir un mensaje. Se puede hacer costumbrismo y hacer llegar una filosofía al lector. Lo que es muy, muy difícil de hacer es mezclar y que aún así quede claro qué narices querías decir.

Fadri - Está claro que hay que poner un límite entre la realidad y la ficción.
Si llega un momento en el que no sabes qué parte es verdad y qué parte es ficción, saldrás en las noticias de Tele 5 como ejemplo de que los juegos de rol son herramientas satánicas ideadas para crear asesinos.