John_Wheel - Scott McCloud define seis pasos en el proceso de creación de una obra: idea, forma, idioma, estructura, oficio y superficie.
La superficie define los toques finales de una obra y las cualidades que suelen hacerla atractiva en el primer vistazo antes de comprobar como es. La gente que sólo crea por la superficie se motiva porque "es guay hacer un webcómic."
El oficio define las habilidades de dibujo y de escritura puras y por separado. Anatomía, puntos de fuga, entintando, ortografía, rotulación... Lo necesario para darle la forma física de cómic al cómic. La gente que ha atravesado la superficie y se queda aquí se motiva por querer crear webcómics sin ir más allá de implicaciones salvo el querer crear.
La estructura define las dotes narrativas que le dan forma conceptual. El orden de escenas, la composición de las viñetas, maquetación de páginas, la elección precisa de planos, los colores empleados, descubrir qué páginas funcionan y cuáles no. La gente en este estrato se motiva porque desea saber hacer un buen webcómic.
El idioma define las características y rasgos de los géneros y estilos. El por qué unos recursos funcionan y otros no, por qué un género no admite ciertos personajes o dibujos. La gente en este nivel explora los cimientos de la estructa, los derriba y los construye de nuevo. La gente en este nivel desea hacer un webcómic verdaderamente original, uno que se distinga de los que ya puede leer la gente. En este nivel se motivan porque quieren hacer algo nuevo.
La forma define el medio. ¿Por qué un webcómic? ¿Qué tiene de especial? ¿Qué añade a lo que quiero contar? Es más, ¿qué es un webcómic? La motivación de la gente que ha profundizado hasta aquí es descubrir qué puede hacerse con el medio escogido, qué tiene de particular... y reinventarlo haciendo cosas que no parecían posibles o lógicas.
La idea es lo que se quiere transmitir. ¿Una moraleja sobre el capitalismo? ¿La tragedia de la soledad en la sociedad moderna? ¿Una historia de amor que de vueltas a los corazones de quienes la oigan y sus personajes sean inmortales en su memoria?
Cada cual encuentra un puesto en el que se encuentra cómodo en este camino que se recorre desde el final hasta el principio. Lo importante es saber por qué se está haciendo un webcómic. No es una elección a la torera, como quien elige un paquete de galletas u otro en la estantería del supermercado. A menos que sólo se trate de "que es guay". Entonces lo más probable es que no exista más compromiso con el nuevo webcómic de nuestra constelación particular que la que existe con el paquete de galletas de nuestra alacena particular y acabe muriendo al poco. O incluso antes de empezar, no sería el primero.
Pero hay otra razón para saber en qué paso se está y a cuál se quiere llegar. Dichos pasos son acumulativos, cuando se alcanza el centro, cuando se llega a la idea, el webcómic deja de ser algo que nos domina por nuestro deseo (o capricho) de hacerlo, si no que pasa a estar bajo nuestro control. El medio, los géneros y estilos, los personajes, las convenciones narrativas, el dibujo, los detalles... todo ello una vez aprendido y amaestrado pasa a estar bajo nuestra mano. Se convierten en herramientas para lo que queremos hacer, para sacar historias que arden en nuestro interior. Más aún, se convierten en fieles sirvientes, en compañeros que estarán siempre a nuestro lado. Se convierten en amigos. Serán nuestros compañeros de aventuras.
Así qué, ¿por qué has decidido hacer un webcómic? El único consejo que puedo dar sobre ello es que al menos lo hagas porque te divierte y disfrutas, lo que aumentará las probabilidades de supervivencia del nuevo pequeñín.
Y por supuesto, el lector avispado habrá comprobado que esto sirve para cualquier disciplina artística. Después de todo, la idea precede a la forma.
Kalitro - Difícilmente vamos a aprender algo si no estamos motivados para ello.
Hay dos tipos de motivación según de dónde provenga la fuente, intrínseca o extrínseca. El problema con la extrínseca es que se basa, lógicamente, en valores externos, como un buen sueldo, o ser popular y por lo tanto, es una motivación que se desvanece con mayor facilidad, aunque puede venir muy bien como empujón inicial.
La intrínseca en cambio suele ser más perdurable, porque es el objetivo en sí mismo, en este caso hacer webcómic porque nos gusta dibujar o queremos mostrar una historia al mundo. Aunque no seas consciente al 100% cuando dibujes, debes tener más o menos claro qué te motiva a dibujar y seguir mejorando. Quizás eso también te ayude a seguir un camino más claro.